En una de mis clases de surf, un día, me di cuenta de una cosa muy importante.
Importante para ti también.
Verás, llevaba ya un rato en el agua con el instructor y estaba agotada. Subida en la tabla remaba para pasar la zona de rompiente y poder colocarme para intentar coger alguna ola.
Y me costaba mucho porque los brazos ya no me daban más de sí, jajaja.
Entonces llegó mi instructor (Manu ese día) y me dijo: