María Pardo

Ser mujer científica es una tarea compleja en un mundo donde sólo un 25% de los puestos de responsabilidad están ocupados por mujeres. Si además se añaden las dificultades que conlleva la conciliación, el esfuerzo se convierte en titánico. En nuestra profesión estamos sometidas a infinitas evaluaciones y nos vemos expuestas continuamente; y esto significa que a menudo nos bloqueemos, nos dejemos llevar por el síndrome del impostor y en definitiva que no avancemos en la dirección que realmente tenemos como objetivo. Trabajar con Aida ha sido revelador para mí, y me ha ayudado a ver que lo que estaba experimentando era normal, y que a partir de ahí podría buscar mis propios mecanismos para salir de esa sensación continua de no hacer lo suficiente, de no dedicar el tiempo apropiado a mi trabajo y a mi familia; en definitiva de esa sensación de ahogo. Con Aida aprendí a gestionar los periodos de interrupción, a organizar mejor mi trabajo encontrando los periodos más productivos, a cambiar las reglas internas que me bloqueaban, a decir que no amablemente, a no justificarme, a encontrar válvulas de escape para esos momentos autodestructivos que nos atacan periódicamente, y sobre todo, a valorar los logros alcanzados. Es necesario hacer un cambio de paradigma interno, y no es fácil, pero las sesiones con Aida te ayudan a replantearte todo de nuevo, a ver las cosas desde otro prisma y poco a poco a soltar todo ese sobrepeso estéril que no hace más que impedir alcanzar tus sueños, o al menos intentarlo. María Pardo Pérez Investigadora Miguel Servet y Líder del Grupo Obesidómica Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago de Compostela (IDIS)

MARÍA PARDO PÉREZ, INVESTIGADORA Miguel Servet y Líder del Grupo Obesidómica

Coach de la Profesional
2016-08-12T12:11:04+02:00

MARÍA PARDO PÉREZ, INVESTIGADORA Miguel Servet y Líder del Grupo Obesidómica

Ser mujer científica es una tarea compleja en un mundo donde sólo un 25% de los puestos de responsabilidad están ocupados por mujeres. Si además se añaden las dificultades que conlleva la conciliación, el esfuerzo se convierte en titánico. En nuestra profesión estamos sometidas a infinitas evaluaciones y nos vemos expuestas continuamente; y esto significa que a menudo nos bloqueemos, nos dejemos llevar por el síndrome del impostor y en definitiva que no avancemos en la dirección que realmente tenemos como objetivo. Trabajar con Aida ha sido revelador para mí, y me ha ayudado a ver que lo que estaba experimentando era normal, y que a partir de ahí podría buscar mis propios mecanismos para salir de esa sensación continua de no hacer lo suficiente, de no dedicar el tiempo apropiado a mi trabajo y a mi familia; en definitiva de esa sensación de ahogo. Con Aida aprendí a gestionar los periodos de interrupción, a organizar mejor mi trabajo encontrando los periodos más productivos, a cambiar las reglas internas que me bloqueaban, a decir que no amablemente, a no justificarme, a encontrar válvulas de escape para esos momentos autodestructivos que nos atacan periódicamente, y sobre todo, a valorar los logros alcanzados. Es necesario hacer un cambio de paradigma interno, y no es fácil, pero las sesiones con Aida te ayudan a replantearte todo de nuevo, a ver las cosas desde otro prisma y poco a poco a soltar todo ese sobrepeso estéril que no hace más que impedir alcanzar tus sueños, o al menos intentarlo. María Pardo Pérez Investigadora Miguel Servet y Líder del Grupo Obesidómica Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago de Compostela (IDIS)

Y TU, ¿QUE OPINAS? - Comentarios desactivados