¿Trabajas desde casa y tienes problemas para organizarte? O quizá, como me comentaba un lector hace poco, ¿te cuesta concentrarte y te distraes con cualquier cosa?

Algunas personas, de hecho, optan por alquilar un despacho y listo. Pero que algo funcione para los demás no quiere decir que tenga que funcionar para ti también. Cada persona es un mundo.

Y es que no es fácil trabajar desde casa si no eres muy organizada y te centras con facilidad porque tienes muchas tentaciones externas…

(Que si voy a poner una lavadora, que si voy a ver si me queda chocolate, que si llama el cartero, que si te llama tu madre/amiga/vecina porque piensa que como estás en casa en realidad no trabajas...)

Yo te voy a contar tres formas distintas de organizar tu negocio si trabajas desde casa. Seguro que hay muchas más pero alguna de estas encajará con tu manera de trabajar y te ayudará a tener mejores resultados y a disfrutar más.

Así que te cuento:

 

Escucha el podcast de este artículo aquí –> 3 maneras de organizar tu negocio si trabajas desde casa

 

1. Flexibilidad total

O como lo llama Azucena Caballero, vacation lifestyle. En este caso, la cuestión es vivir como si estuvieras siempre de vacaciones. Lo único que necesitas es llevarte el portátil o el móvil para trabajar.

Puedes trabajar en una cafetería y disfrutas del ambiente, o en un parque o en la playa o la piscina. Puedes pasarte la vida viajando donde quieras, solo necesitas internet y un ordenador. No te ves constreñido a un espacio físico y combinas el placer con el trabajo.

Aunque parece ideal, para mi esta opción tiene una gran desventaja.

Que no llegas a desconectar. Por mucho que sea agradable estar en un parque trabajando. Estás trabajando.

Aunque te encante lo que haces. Estás trabajando, no desconectando.

Personalmente yo prefiero separar, si estoy en la piscina estoy en la piscina. Por supuesto puedes hacer las dos cosas. En algún momento cortar y relajarte.

(Yo soy más de separar no sólo tiempo sino espacio también. Una vez tuve el despacho en el salón y nunca me podía relajar porque veía la mesa ahí y no desconectaba. Yo necesito una separación de espacios también).

Aún así este método lo uso en ocasiones puntuales. Por ejemplo:

 

-Cuando estoy en medio de un lanzamiento.

Un lanzamiento supone mucho más trabajo del habitual, tener que estar pendiente de muchos detalles durante un periodo de tiempo determinado y es bastante intenso. Durante ese periodo de tiempo trabajas mucho más (o contratas a un equipo más grande) o ambas cosas.

En esos casos yo me llevo el móvil y controlo algunas cosas aunque esté fuera de cena o en el parque con mis hijos. Prefiero eso a quedarme en el despacho encerrada.

 

-Cuando cojo vacaciones largas.

Si me voy unos días desconecto y me olvido. Pero si me voy un mes, sí me llevo algo para de vez en cuando revisar y ayudar a mis clientes.

En esos dos casos yo aplico este método de trabajo y bien. Sin embargo, para mi no es lo mismo llevarte el trabajo a todas partes que desconectar totalmente y yo prefiero no mezclar.

También puede que no sea la tuya si te distraes fácilmente. Para mi, por ejemplo, trabajar en una cafeteria seria un infierno, prefiero mi casita o quizá una biblioteca pero ni eso.

Pero hay muchas personas que disfrutan de esta forma de organizarse.

 

2. Método clásico

Que sea clásico no quiere decir que sea malo. No hay ninguno mejor que otro, simplemente tienes que elegir lo que te funcione a ti bien. En este caso te marcas unos horarios de trabajo y durante ese horario ya puede arder Troya que tú no te levantas.

Que hay que ir al supermercado a comprar. Fuera de tu horario.

Que te llama alguien. No lo coges.

Pase lo que pase, tú trabajas, como si estuvieras aislado de tentaciones externas. Ni haces recados, ni te vas con amigos, ni nada de nada. Todo eso lo haces cuando acabas tu horario.

Esto puede parecer muy tiránico pero recuerda que el horario te lo pones tú, nadie lo elige por ti y que hay muchas personas que de verdad trabajan mucho mejor así. Con horarios, rutinas y sin interrupciones. Y ese es el objetivo.

Y luego cuando acabas, te vas a la terraza, a la piscina o donde quieras ya sin pensar en el trabajo.

 

3. Clásico flexible.

Este es mi método. Se basa en el segundo pero con flexibilidad absoluta.

Si un día mi hijo tiene algo en el cole, esa mañana no trabajo y lo paso a la tarde, o a otro día.

Que quiero irme un viernes y un lunes, pues a lo mejor trabajo el fin de semana antes y así los tengo libres.

Que me llaman para narrar un audiolibro o doblar, modifico mis planes y cambio mis horarios.

El objetivo aquí es compaginar al máximo tu tiempo libre con tu trabajo.

Eso no quiere decir que pueda hacerlo siempre. Hay veces que no, porque tengo planificado algo que no puedo o no quiero cambiar, por ejemplo. Pero en general la cuestión es poder hacer lo que quieras cuando quieras.

En este caso es fundamental ser MUY organizada y concentrarse bien. Porque si no, acabas saliendo a por mil cosas y sin trabajar. O te cuesta tanto volver a concentrarte que pierdes mucho tiempo.

Para mi funciona muy bien tener mis horarios marcados y cambiarlos según lo que me apetezca hacer y siempre que pueda. Pero porque yo me organizo bien, soy eficiente y me concentro con facilidad. Esas son algunas de mis fortalezas.

Si no es tu caso, esta opción puede ser caótica para ti.

 

Estas son tres maneras distintas de organizarte si trabajas desde casa, porque no olvidemos que una de las razones por las que tienes tu propio negocio o trabajas desde casa es porque quieres flexibilidad y controlar tú tus horarios.

 

¿Cómo te organizas tú si trabajas desde casa? ¿Has probado alguno de estos tres? Cuéntamelo en los comentarios y así nos ayudas a todas :  )

 

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Y TU, ¿QUE OPINAS? - 16 COMENTARIOS

Comentarios

  1. Cristina dice

    Aida, muy útil tu post!
    A mí también me va la 3ra opción. Prefiero la flexibilidad, aunque esto requiere mucha autodisciplina y un establecimiento de prioridades muy consciente cada día. También necesito la separación de espacios. Reconozco que no toda la gente puede disponer de un despacho para aislarse, pero en mi caso tengo la suerte de que así sea. En alguna oportunidad pensé en alquilar una oficina para evitar distracciones, pero no me funcionó; me fue muy difícil compaginar horarios y obligaciones familiares.

    • Aida dice

      ¡Gracias Cristina! Efectivamente requiere mucha autodisciplina y de vez en cuando desde luego se cae en las distracciones, no somos robots : ) Un abrazo.

  2. Ale dice

    Buenos dias! A mi en cualquiera me cuesta concentrarme pero a duras penas llevo la n° 3 porque me es inevitable atender asuntos alrededor (mi hijo,mi mamá, etc) es caótico pero me evito problemas. El 2° es el mejor a mi parecer porque dividís tiempos y generás el hábito de trabajar en casa más fácil

  3. Cleo Gonzalez dice

    Pues el 3o tambien me va mejor. Tengo un espacio fisico para ello pero me ocurre lo que dices tengo que salir, moverme, porque si no me subo por las paredes ja ja. Gracias siempre Aida

  4. Mayrín dice

    La tercera variante es la que aplico cuando trabajo desde o en casa. Muy importante la organización, disciplina y previsión.

    Considero que trabajar en casa no es más fácil que trabajar fuera. Al menos para mí. Cuando cierro la puerta de la casa, me desconecto de ella hasta el regreso, a no ser por alguna emergencia. Al abrir la puerta del trabajo, me concentro en el trabajo. En fin, evitar mezclar ambas cosas, que aunque es posible hacerlo, es mejor no. Muy pocos tienen la capacidad de manejar todo al propio tiempo y de organizarse con tal eficiencia, que logre que todas las tareas le salgan bien.

  5. bryan roa dice

    Buen dia

    Aida, Excelente post, se refleja mucho con mi diario vivir, con respecto a mi experiencia por parte mía cuento con un estudio dentro de mi casa en el cual tengo asignadas unas horas especificas, para encerrarme y enfocarme en lo que debo hacer, me desconecto del móvil de todo por unas horas las cuales separo día a día, con relación creo que es cierto uno debe enfocarse en lo que esta haciendo y evitar distracciones por que eso solo prolonga mas el trabajo, de igual forma creo que todo debe tener su espacio el tiempo para el trabajo es para trabajar, el tiempo de descanso es para descansar, aveces involucrar ambos generan trastornos y alteran el resultado final, gracias por el post. ahh y si, se me ha echo dificil no es facil generar autodiciplina en un mundo de distracciones

  6. Mónica Ralde dice

    Gracias Aida, me fue muy útil el post.

    Prefiero la opción 2, ya que soy muy metódica, y me gusta tenerlo todo planificado y estructurado.

  7. Samer dice

    Hola! Realmente yo dedico horas de la noche-madrugada para trabajar, aunque condeno totalmente la mañana me funciona debido a que la mayoría de mis compromisos son después de mediodía (y consigo mejor concentración en la noche) . No hay interrupciones y me siento a gusto. Cuando tengo algún compromiso en la mañana aplico el numero 1 pero sin muy buenos resultados.

  8. Moraima dice

    Hola Aída, a mi me va la opción 3 y es la que aplico, claro con agenda que modifico cuando es necesario y si eso no afecta actividades pautadas con clientes. He aprendido a combinar mi vida profesional y personal, respetando los espacios para cada una.

  9. Laly Moreno dice

    Pues Aida, me he sentido muy identificada con la opción 3, y de hecho es la que vengo aplicando.
    Hace mucho tiempo que terminé con el «marujeo matutito», y aunque a veces hay algún coletazo se convierte en la excepción.
    Si tengo alguna tutoría de mi hijo pequeño o cualquier otra cosa importante que requiere mi dedicación lo puedo abordar sin demasiada dificultad, de momento, claroooo…jajajajaj jajaja

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