Hay días o incluso temporadas más largas en las que te entran las dudas, no te convence nada de lo que haces y, peor aún, no te apetece hacer nada.

Con lo cual vas posponiendo cosas, se te acumula el trabajo y te sientes peor todavía. Seguro que sabes a qué me refiero porque nos ha pasado a todas en un momento u otro.

 

Las razones de que te sientas así pueden ser varias: ver que no avanzas o que tu trabajo no da sus frutos, estar agotada tras trabajar muy duro mucho tiempo (¡necesitas unas vacaciones!), haber vivido algún acontecimiento negativo en tu vida, etc.

 

>Escucha este artículo aquí –>Qué hacer cuando dudas de todo

 

Sea la razón que sea, la verdad es que son momentos difíciles de los que es mejor salir cuanto antes porque no te benefician ni a nivel personal ni, por supuesto, profesionalmente; ya que no le dedicas a tu trabajo o negocio las ganas que deberías.

¿Qué puedes hacer entonces en esta situación? A mi personalmente me ha ayudado:

 

Ser paciente conmigo misma. 

En momentos así lo mejor es intentar no ser muy dura contigo misma, dejar de criticarte pensando que deberías estar haciendo esto o lo otro. Aceptar que es una etapa que pasará y que no estás haciendo nada malo. Todos somos humanos y nadie puede rendir al 100% todos los días de su vida.

 

Todos somos humanos y nadie puede rendir al 100% todos los días de su vida. Clic para tuitear

Desconectar totalmente.

Sí, aunque parezca contraproducente, a veces lo que necesitas es desconectar para volver a recuperar las ganas. Tanto si la causa es que has estado trabajando demasiado como si es otra, tomarte unos días libres te ayudará a recargar las pilas.

Así que no hagas nada de nada, tírate en el sofá, ve una maratón de series o, si eres más activa, haz ejercicio, ve a dar paseos. Diviértete y durante un par de días al menos no pienses en nada más.

Esto hace maravillas, de verdad.

 

Recuerda tu gran porqué.

Yo creo que esto lo repito en todos mis artículos, tienes que tener una razón que sea tu punto de apoyo cuando las cosas no vayan bien y este es exactamente el momento de recordar por qué te metiste en esto.

 

Aparte de eso, lo que quiero que tengas en cuenta es que lo importante no es sólo cómo salir de ese estado de apatía y cansancio, sino cómo evitar que vuelva a pasar.

Está claro que hay cosas que no puedes controlar, pero hay muchas que sí; así que si quieres evitar volver a ese punto de agotamiento, desánimo y desmotivación, apunta:

 

– Ten clara tu estrategia.

Cada cierto tiempo párate a definir qué quieres profesionalmente (y personalmente también) y qué acciones necesitas llevar a cabo, para que si hay otro momento de bajón no tengas que plantearte qué hacer después, sino seguir tu propio plan. Porque no siempre estás para pensar en estrategias, ¿verdad?

 

descanso– Descansa.

Lo mismo que mencioné antes, pero esta vez no para recuperarte sino para prevenir. Es obvio, sí, pero ¿lo haces? Oblígate si es necesario a desconectar a menudo, tómate días libres y si ya los tienes aprovéchalos para desconectar del todo. No hagas nada relacionado con tu negocio o trabajo.

No tiene sentido que te pases el fin de semana conectada a las redes sociales o adelantando trabajo, eso no es descansar. Igual que todos los días te lavas los dientes (o deberías ; ), planifica tiempo de desconexión. Semanal, anual, diario y lo tienes que respetar tu misma y hasta ponerlo en tu agenda si es necesario.

Por ejemplo, yo todos los días antes de sentarme a trabajar me reservo 30 minutos para mi, que aprovecho para hacer cosas no relacionadas con mi negocio: llevo a mi hijo al cole, desayuno tranquilamente, leo un rato, ordeno la casa, lo que sea. Así me levanto con ganas porque sé que antes de trabajar tengo mi ratito.

Otro ejemplo, los viernes por la tarde como con mi marido y luego toda la tarde libre, sin clientes ni trabajo (vale, a veces hago excepciones, ja,ja). Empieza a pensar en sacar ratitos para ti a diario, semanalmente o anualmente (a mi nadie me quita mis vacaciones de Navidad, verano y semana santa). Descansar y desconectar es imprescindible para tu salud mental.

 

– Pon límites.

Esto también lo he nombrado innumerables veces. En muchas ocasiones lo que pasa es que das demasiado, cedes demasiado, tienes que conocer tus límites y aplicarlos. Eso te hará todo más llevadero.

 

Como siempre, poner en práctica esto muchas veces no es fácil. Sobre todo cuando tienes mucho trabajo, una profesión muy exigente o cuando te apasiona lo que haces y te resulta difícil desconectar (como me pasa a mi) y parece que te da algo si no miras tu correo una vez más, pero la recompensa merece mucho la pena.

Así que, ¿por dónde vas a empezar tú?

Cuéntame  en los comentarios que tres actividades vas a planificarte empezando hoy mismo, sé específica ya sabes que lo general no te ayuda mucho.

 

email

Y TU, ¿QUE OPINAS? - 8 COMENTARIOS

Comentarios

  1. carolina cortes collao dice

    Que grato es leer siempre tus artículos, desde hoy voy a planificar bien mi tiempo , ya que me esta pillando la maquina como se dice, lo primero levantarme temprano, estudiar 1 hora diario, en la tarde dedicarla a mis hijos y familia, y el tiempo que me queda realizar unos negocios de ventas de repostera, ya que eso es lo que me entretiene,, te agradezco mucho por todos los consejos que me envías ya que son muy gratificantes para mi como persona , ya que te comento, yo no tengo mucho contacto con amigas y creo que tu ocupas un lugar importante en este sentido,,,muchas gracias y hablamos,,cuídate mucho y saludos a ti y a tu familia,,besos
    carolina cortes,, Illapel ,IV región, CHILE

  2. Nancy dice

    Es muy valioso encontrar como en mi caso a la persona precisa en los momentos que necesito de apoyo profesional y personal. Aída muchas felicitaciones por tus valiosos boletines profesionales que para mi han sido de mucho valor personal. Y a la vez solicito continuar recibiendo esta información valiosa. Que Dios te bendiga. Atte. nancy

  3. jar dice

    Me ha gustado mucho escucharte, pero sigo plof! La carrera se me ha alargado un par de años que no preveía, perdí a mi padre hace 3 años, ahora este año 4, y aunque por lo general soy y he sido un chica alegre y comprometida con las cosas que hago, llevo unos años que parece que todo me da igual, aunque no es así. Ahora, mientras me saco esta última asignatura, llevo un año estudiando para unas oposiciones y bueno, no le dedico el tiempo que me gustaría. Pero claro, lo dejo de lado cuando viene esta maldita asignatura imposible. Me ha salido un trabajo para un banco, pero es para suplencias, por lo que cuando estoy super motivada con lo que hago, me llaman y al día siguiente desconecto para ponerme con el asunto que me ocupa el banco. Podré sufrir de estrés, de agotamiento, a veces me gustaría estar un día en la cama, pero sé que me cansaría y luego me sentiría mal, soy muy duro conmigo mismo y me propongo muchas metas, normalmente cortas o a medio plazo…. Echando la vista atrás, veo que he conseguido muchas cosas y tampoco me puedo quejar de nada, pero sí que pienso que quizá me falta siempre un plus, un complemento mental, que me dé la chispa que me falta y lanzarme al vacío a por todo. Pero, ¿dónde está? Pensando, creo que si no trabajo o estudio bajo una presión firme, no soy capaz (iba a borrar esta última frase, pero prefiero que la leas) o no me motiva lo suficiente como para dejarme la piel. Sin embargo, todo aquello que quiero, es para dejarse la piel, pues como te he dicho, no me gusta nada a medias, y no es más que sacarme la oposición o ser abogado de la rama que a mi me gusta. Al final todo se reduce a una respuesta, después de esta pregunta: – ¿Qué te gustaría ser de mayor? – Estar Tranquilo.

    • Aida dice

      EL plus está dentro de ti, jar. Lo tienes de serie y hay quescarlo, y es esa razón interna que te mueve a hacer las cosas. Así que eso es lo que tienes que encontrar, tu gran porqué!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*