miedo vender

 

La semana pasada te hablé de cómo superar el miedo a que te digan que no y atreverte a pedir lo que quieres. Hoy, como te prometí, te voy a ayudar si eres emprendedora y la idea de vender te aterra (o al menos te pone nerviosa).

 

Si no sabes cómo ofrecer tus servicios y lo que de verdad te gustaría es que alguien simplemente te trajera los clientes para que tú sólo hicieras lo que de verdad te gusta, tus sesiones de coaching o asesoría o lo que sea que ofreces…

Te entiendo.

> Escucha este artículo aquí –> Cómo perder el miedo a vender y a que te digan que no

 

Porque a mi me pasaba lo mismo al principio. Yo recuerdo que le decía a mi marido justo eso «yo solo quiero que alguien me mande clientes y ya está, y me dedico a dar mis sesiones de coaching que es lo que me gusta«.  Pero claro, los clientes no llegan de la nada… Seguro que te suena, ¿verdad?

 

Esto fue en el 2010 y ahora la situación ha cambiado mucho para mi, así que voy a compartir contigo lo que más me ha ayudado a perder el miedo a vender y que me ha llevado a día de hoy a vender programas a precios altos sin que me tiemble la voz y totalmente convencida de que lo valen : )

 

El miedo a vender es totalmente normal y frecuente entre emprendedores, especialmente si vienes de un campo totalmente ajeno al marketing y ventas (como en mi caso, porque en mi carrera científica ya te digo yo que nadie me enseñó a vender, ja,ja). Lo bueno es que a vender cualquiera puede aprender (sí, aunque ahora no te lo creas).

Obviamente hay personas que tienen más soltura o un talento natural para vender, pero incluso si partes de cero, como era mi caso, puedes aprender distintas estrategias y guiones.

De hecho es algo que te recomiendo, hacer algún curso o aprender de alguna mentora (por si te interesa, yo personalmente aprendí a vender de dos mentoras: Diana Fontanez y Lisa Sasevich).

 

Pero quiero ser sincera contigo, aprender las técnicas o estrategias a veces no es suficiente.

¿Por qué?

Porque el miedo a la venta tiene un componente emocional muy grande, no es sólo un tema de ignorancia teórica. Si no cualquiera podría leer un libro de ventas y listo.

Así que es este artículo voy a compartir contigo lo que yo he aprendido y utilizo, mis recomendaciones personales.

 

En realidad el miedo a vender es una mezcla de, como mínimo, tres cosas:

 

  • Inseguridad. Porque no estás segura de si estarás a la altura, de si serás lo suficientemente buena, de si esa persona quedará satisfecha, si tu precio será el correcto, si lo que ofreces será bueno. Ya entiendes a que me refiero…

 

  • Vergüenza. Todos hemos experimentado la pesadez de que te llame un desconocido a cualquier hora y te ofrezca algo que no quieres, por lo que no has preguntado ni pedido información. Es molesto y cansado. Y esa es la imagen que tú tienes en mente cuando te toca a ti pedir u ofrecer algo. La vergüenza de que piensen que eres una pesada más. Y eso esconde uno de nuestros miedos básicos, el miedo a no gustar.

 

  • Prejuicios. Si vendes eres… una mala persona, un estafador, te interesa demasiado el dinero y el dinero es malo, y cobrar por ayudar es casi un pecado mortal, etc, etc.

 

Obviamente es complicado cambiar todo eso con un solo artículo, esto es un proceso que hay que trabajar pero te cuento qué puedes hacer ahora para ir avanzando.

 

1. Trabaja tu propuesta de valor.

O dicho en palabras claras, créete lo que ofreces. Si tú misma no estás convencida al 100% de que eres buena y de que lo que haces ayuda mucho a tus clientes te va a costar vender porque vas a transmitir esa inseguridad.

¿Y cómo puedes conseguirlo? Porque claro no te lo vas a creer solo por leer esto. Para empezar te recomiendo dos cosas: hacer una lista de los beneficios que obtienen tus clientes al trabajar contigo y releer los testimonios y cartas de agradecimiento que tienes. ¿Que todavía no tienes? Pues haz el listado de todo lo que una personas podría conseguir trabajando contigo. Eso es un buen comienzo.

Si quieres más, lee este otro artículo.

 

2. Entiende que ofrecer algo que ayuda no es una vergüenza, ni ser una pesada, ni engañar.

Algo que me ayudó a mi a captar esta idea (a aprehenderla que no solo aprenderla) fueron dos ejemplos. Quizá te ayuden a ti también.

La coach estadounidense Fabienne Fredrickson decía «Share your brownies!». Es decir, si haces un pastel exquisito y delicioso, no escondas la bandeja, no te lo guardes para ti. ¡Compártelo! Merece ser compartido, darlo a conocer, VENDERLO. A mi personalmente me llegó ese ejemplo, será porque soy una cocinillas, ja,ja.

Otro ejemplo, imagínate que se te ha roto una tubería y tienes agua por toda la casa. Sales a la calle y te encuentras con una persona, le cuentas que tienes este problema bastante urgente y resulta que esa persona es un fontanero y podría arreglarte la avería sin  problemas. ¡Qué alivio verdad! Justo lo que necesitabas, menos mal.

Ahora imagínate que a esa persona le da vergüenza vender. No sea que vayas a pensar que es un pesado…

¿Lo ves ahora? Ofrecer tus servicios AYUDA. Y en este ejemplo particular MUCHO. Y no eres una pesada, no estás engañando a nadie. Simplemente ves que hay un problema y ofreces la solución. Es así de sencillo.

¿El problema? Que no te crees que sea así de sencillo. Cuando te lo creas, cambiarán la cosas, ya lo verás.

Cuál es el punto clave aquí: ofrecer tu servicios a las a personas que los necesitan.

Lo que no vas a hacer es ir por la calle diciéndole a todo el mundo, oye, soy fontanero, contratame. NO.

Sólo a quien esté interesado (y esto da para otro artículo así que lo dejo aquí por ahora).

 

3. Practica MUCHO el desapego del resultado final.

Esto se lo remarco mucho a mis clientas y es de lo más difícil. Que no te importe mucho el resultado de la venta. Ojo, no digo que no te importe la persona. Sino que no te vayas agonizando y llorando si alguien te dice que no.

Porque la decisión final de la venta no es tuya, es SUYA. Y ahí no puedes hacer nada, no depende de ti. Tú ya has hecho el trabajo y ahora la pelota está en su campo.

Y eso lo tienes que tener claro. A veces no es que no te conozcan lo suficiente, que no te consideren experta, que no vean el valor de lo que ofreces (esas suelen ser las principales razones de un NO) sino que no es su momento. Y punto.

Así que la actitud es: si me dice que sí, genial, y si no es su momento pues a seguir con mis cosas.

Si no le convence, si le parece caro (o barato- sí, yo no he contratado a veces porque me parecía demasiado barato y poco fiable), pues nada, que se busque a otra.

Así de claro. No es cuestión de lamentarse y llorar. Es pensar por qué no le ha interesado (para mejorar lo que haga falta) y seguir adelante.

Esto cuesta mucho pero es fundamental, porque a la hora de vender transmites serenidad, no desesperación. Y se consigue con la práctica.

Como me dijo una vez mi mentora Diana y como yo les digo a mis clientas. La misma tranquilidad al ofrecer tus programas y decir tu precio que cuando dices «Pásame la sal» .

¿Cómo se consigue? Practicando mucho en voz alta. Así que empieza cuanto antes a decir lo que ofreces y cuánto vale trabajar contigo en voz alta (no vale solo pensarlo, no es lo mismo).

 

 

4. Aprende a vender.

Ya lo mencioné antes, las cosas se hacen más fáciles cuando sabes cómo hacerlas. Obvio, ¿no? Y aun así la mayoría de emprendedoras no quieren gastarse el dinero en aprender a vender…

 

5. Trabaja tus creencias

Haz lo que tengas que hacer pero empieza a cambiar tus creencias sobre el dinero YA. Es fundamental para el éxito de tu negocio y para el tuyo como persona también. Y no solo lo digo yo, lo decimos todas las que hemos conseguido vivir de nuestro negocio.

Yo aprendí de Denise Duffield-Thomas. Aquí tienes un curso gratuito que ofrece sobre vencer los bloqueos internos respecto el dinero (como casi todo lo que hago, en inglés).

En español mi persona de confianza para el tema de creencias es María Tolmo.

 

Espero que estas recomendaciones te ayuden a cambiar la mentalidad un poco, porque esa es la clave para después poder aplicar todas las estrategias de venta que aprendas en ese curso al que te vas a apuntar ya mismo, ¿verdad? Ja, ja.

Y si quieres más información y saber exactamente cómo hacer todo lo que te he explicado te recomiendo que le eches un vistazo a mi Programa acelerado de mentoría «Clientes, Ingresos y Libertad», donde te enseño paso paso todo lo que necesitas para poner tu negocio en marcha y vivir de él.

Pincha aquí para ver lo que aprenderás en cada módulo.

Sin paja y basado en mi experiencia y resultados.

 

email

Y TU, ¿QUE OPINAS? - 9 COMENTARIOS

Comentarios

  1. David dice

    Hola muchas gracias por la.información gratuita. Soy vendedor de vinos y me encuentro que en ocasiones me bloqueó y no soy capaz de entrar en los sitios sobretodo por lo que puedan pensar los demas. Que pesado!vendiendo en agosto no es epoca… No me apetece… este audio sirve para avanzar. Un saludo.

    • Aida dice

      Hola David, todo auto sabotaje tuyo : ) Mucha gente está de vacaciones y le apetecerá un vino y muchos negocios siguen funcionando y querrán comprar. Que no te paren tus dudas : )

  2. MARTA E. dice

    Quiero compartir que hace 2 años inicie mi proyecto, pero tenia 2 conocidas que me enviaban los clientes y estaba bien, tuve una dificultad y perdi a una de esas conocidas entonces quede sin nada de clientes. Estoy con mi plan de salir a vender mis servicios pero me he paralizado totalmente y no se que hacer, pienso pero por que? si mis servicios son muy buenos, por que siento tanto temor, tengo que ser capaz Dios mio. Pero quiero su opinion. aun no escucho el audio que dejo aqui, mas tarde lo escuchare.

  3. Alicia dice

    Hola tengo un laboratorio de prótesis dental, para mí es muy difícil buscar clientes, la idea de hablar y ofrecer mis servicios a los dentistas me !!!!aterra!!!!no sé cómo superarlo

    • Aida dice

      Hola Alicia, es muy, muy importante que aprendas a vender. Yo te recomiendo apuntarte a alguna formación para quitarte el miedo y empezar a vivir bien de tu negocio. Vender es clave y el principal obstáculo suele ser nuestra mentalidad «anti-venta»… Créeme que es posible, yo estaba como tú al empezar : )

  4. Carmen dice

    Hola Aida, me pareció muy bueno el artículo de como perdercel miedo a vender y que te digan que no. Pues mi situación es la misma que la de muchos ahora en pandemia; y siempre he imaginado un negocio propio, me gustan las manualidades, soy detallista y he imaginado muchos proyectos pero lo mío lo mío es la cocina y hacer postres pfffff entonces me llego esta lectura y cuando citas «share your brownies» me mató… la pregunta es, como saber o como enterarme que la gente NECESITA mis donas?? Quien necesita donas? A pesar de que todo mundo come(mos) como hago para saber eso… gracias infinitas

    • Aida dice

      Hola Carmen, piensa que quiere la gente al comprar donas. Placer, confort, mimarse. ¿Qué tienen tus donas que, además, los hagan irresistibles? Calidad, sabores, tamaño…

      Piensa por qué te lo tendrían que comprar a ti. Aquí en España la gente hace colas en muchas pastelerías porque tienen algo que les gusta especialmente. Y hay muchas así, puede ser algo exclusivo que solo encuentras allí o que está especialmente bueno o que ha adquirido fama por alguna razón. ¿Qué tienen? Eso es lo que puedes empezar a pensar : )

      Por ejemplo algunas tienen mucha variedad y está todo bueno y así no hace ir a varias. Otras tienen ciertos pasteles gigantes que no encuentras en otros sitios. Otras tienen un tipo que se hace en todas pero en la suya está especialmente bueno. Otras algo específico que sólo encuentras allí. Otras son sin gluten. ¿Qué tiene lo tuyo de especial? Empieza por ahí.

  5. María dice

    Hola Aida! Me sirvió mucho este posteo. La verdad comencé emprendiendo en el rubro de accesorios pero no me va muy bien y quiero cambiarme al de Lencería Fina. Me gusta el rubro pero me da pudor ofrecer los productos y comienzo a autosabotearme con ideas que me hacen dudar, tener vergüenza, miedo a que no guste el producto, preguntarme ¿Por qué querría la gente comprarme a mí y no al resto? y demás pensamientos.
    Espero poder vencer mis miedos y fortalecer mis ganas de escalar en la vida.
    Saludos desde Argentina.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*