¿Alguna vez te has encontrado preocupada por tu futuro?
Hace poco me escribía una lectora diciéndome esto:
Me gustaría lograr un trabajo que me dé una estabilidad y me quite la preocupación sobre el futuro y estar tranquila.
Así, a priori, es algo que todos queremos, ¿verdad?
Tranquilidad, quizá estabilidad (y digo quizá porque hay personas como yo a la que nos gustan los cambios y no necesitamos tanta estabilidad) y, sobre todo…
Que nos quiten las preocupaciones, ¿verdad?
Hasta ahí todo bien. Sin embargo, lo que me dijo esa lectora tiene una pequeña trampa.
Digamos una trampa mental, por llamarla de algún modo.
Escucha este artículo aquí –> ¿Preocupada por tu futuro? Prueba esto.
Es esta: “lograr un trabajo que me de una estabilidad“.
¿Y qué tiene de trampa esa frase?, podrías preguntarte.
Pues asumir que tu estabilidad y tranquilidad dependen de un trabajo. Darle a un trabajo todo el peso de tus preocupaciones, estabilidad y tranquilidad.
Si me lees desde hace tiempo ya sabes que siempre digo que tu carrera es una parte de tu vida, no toda tu vida. Y de la misma manera, tu trabajo es parte de tu vida, no es el encargado de asegurar tu estabilidad, tranquilidad, felicidad, diversión y amor.
Obviamente tener un trabajo te da unos ingresos y, en muchos casos, una realización profesional muy importantes en tu vida.
Eso está claro.
Pero si todo el peso de tu vida se lo pones a tu trabajo, en cuanto te falte o no sea el que tú quieres, te pasarás la vida siendo desgraciada.
Por otro lado, seguro que conoces a alguien que con trabajo también tiene intranquilidad, inestabilidad y preocupaciones.
Lo que quiero decir es que aunque tu trabajo sea muy importante para tu calidad de vida; tu tranquilidad y eliminar las preocupaciones solo dependen de una cosa.
De TI.
Porque es tu mentalidad la que importa en estos casos.
Y sí, sé que es difícil de asumir y más aún de ponerlo en práctica.
Tampoco me refiero a que tengas que dejar de buscar trabajo o de mejorar tus condiciones, sino a cambiar tu mentalidad y actitud para que esas etapas no te afecten tanto.
Porque absolutamente todos pasaremos por etapas de mayor inestabilidad. Cuando dejas el trabajo, no encuentras otro, tienes un gran gasto inesperado o la vida le da un vuelco a tu situación.
Y por supuesto habrá momentos de agobio, desbordamiento e intranquilidad.
Eso es lo normal de la vida.
Lo que sí depende de ti, en lugar de esperar a que algo (en este caso un trabajo) te de tranquilidad y te quite preocupaciones, es SER TÚ la que se encargue de conseguir esa tranquilidad.
¿Y cómo?
Leyendo, meditando, siendo agradecida por lo que ya tienes, fijándote en lo bueno, escuchando música, haciendo ejercicio u otras actividades que te den paz, alegría y tranquilidad…
Está claro que tener un trabajo, o cambiar de trabajo cuando no eres feliz, mejorará tu vida.
Pero mientras eso sucede puedes aprovechar las pequeñas cosas que te da la vida o trabajar tu mentalidad para conseguir esa tranquilidad ya.
Por ejemplo, cuando empecé con mi negocio en el 2010 estaba agobiada porque, como es normal, no tenía muchos clientes ni ingresos. Al principio le daba mil vueltas a la cabeza, superagobiada.
Hasta que me di cuenta de que lo que sí tenía era mucho tiempo libre que, luego, cuando tuviera más clientes, quizá no tendría.
Me di cuenta de que podía disfrutar de esa etapa sin clientes ni dinero, empleando el tiempo libre en cosas que me gustaran en lugar de en quedarme delante del ordenador sin hacer nada y agobiada.
Así que hacía mi trabajo del día e intentaba aprovechar el resto del día haciendo otras cosas sin sentirme culpable.
Eso es lo que te propongo.
Que, mientras sigues haciendo lo que tienes que hacer, ya sea buscar trabajo, formarte, conseguir más clientes, etc, te centres en disfrutar de lo que tienes ahora.
Y si lo que necesitas para encontrarte mejor es esa sensación de estabilidad, tranquilidad, paz o lo que sea, pregúntate esto:
¿Qué es exactamente TRANQUILIDAD para ti?
¿Qué harías si estuvieras tranquila/en paz/ sin preocupaciones…?
Ir a dar un paseo, sentarte a leer, hacer ejercicio, tomar un té, llamar a una amiga.
¿Qué asocias con esa sensación que buscas?
Averígualo y añádelo a tu vida ya.
No dejes que un trabajo sea el responsable de tu bienestar.
Y no, muchas veces no es nada fácil, pero merece la pena probarlo porque te aseguro, por mi propia experiencia, que aunque al principio te cuesta, luego lo disfrutarás y aprenderás a vivir mejor tu vida incluso en los peores momentos.
Al final eso es lo que cuenta, ¿no?
Que a pesar del dolor o el miedo o la intranquilidad vivamos de la mejor manera posible.
Te dejo con esta reflexión.
Una ACLARACIÓN: Como siempre en mis artículos y en mi web me refiero a situaciones cotidianas no extremas. Si tú estás pasando una depresión, has vivido una gran tragedia en tu vida o vives en condiciones al límite, te recomiendo que busques otro tipo de ayuda, un psicólogo, psiquiatra o la ayuda que necesites en estos momentos.
Que tengas un buen día y si no lo tienes que saques al menos un rato bueno : )
Hola Aida!
Te sigo desde hace poco tiempo, no obstante me encanta la calidad de la información de tu web.
Comentas que no todo es trabajo o vida profesional, no obstante para algunas personas, ese aspecto de la vida es junto con la salud, las 2 más importantes.
Cada persona tiene unas vivencias y según mi experiencia, he aprendido que poco se puede contar con los demás, y lo único que puede dar una satisfacción es lo que cada una puede conseguir por una misma.
Un abrazo!
Claro que sí, para mí misma, por ejemplo, es muy importante lo profesional y una de las prioridades de mi vida, pero no lo es todo… : ) Un abrazo.
De gran ayuda tus reflexiones, es como ver una luz al final del tunel
Muchas gracias, Rosa. Me alegra mucho que te ayuden : )
Hola Aida!. Que bueno que estas remodelando!. Hacia rato que no te escribia, entre las urgencias de la cotidianidad y lo que me invento para solventar, no me tomaba tiempo para ello.
Si, ante el miedo, actuar es una buena opción. Hacer el trabajo y descansar, divertirse con cosas simples ayuda a superar los baches y las situaciones criticas que no te es dado solventar directamente.
Un abrazo
Cleo de Caracas, Venezuela
Un abrazo, Cleo, cuánto tiempo!