¿Te parece muy complicado llevar a cabo ese cambio que quieres? ¿Lanzar tu propio negocio, cambiar de profesión?
¿Qué cambio tienes en mente y no te atreves a intentar porque te parece complicado?
Hoy vamos a hablar de eso. Estar paralizada porque las cosas te parecen complicadas.
Si es tu caso, sigue leyendo…
Escucha este artículo aquí –> ¿Te parece complicado el cambio que quieres hacer? Escucha esto.
Muchas veces cuando piensas en hacer algún cambio en tu vida, en cualquier aspecto, te para el pensar que va a ser complicado.
Y quiero que veas una diferencia importante, muy importante.
No es complicado es duro.
Y son cosas diferentes.
En realidad el proceso puede ser sencillo, simple, seguir una serie de pasos, contratar a alguien, apuntarte a un curso, etc.
Los pasos no tienen que ser complicados. Y cuando lo haces ves que es así, que no era tan complicado, en realidad.
Pero sí puede ser duro.
Nadie dice que todo en esta vida tenga que ser fácil. Hay muchas cosas duras, que cuestan.
No son complicadas pero CUESTAN.
Y eso es lo que da miedo, que las cosas cuestan. Que hacer cambios cuesta, que lanzar tu negocio cuesta, que puede ser duro.
Pero no es complicado (muchas veces).
Eso es lo que quiero que tengas en cuenta. Que te digas, esto no será complicado pero puede que sea duro.
Y estar preparada para afrontar lo duro.
¿Cómo?
Estando comprometida.
Y aquí quiero marcar una diferencia importante. Comprometida, no solo implicada.
Y para que veas la gran diferencia que eso implica te voy a dar un ejemplo muy bueno que escuché en una charla de Mario Alonso Puig (a quien te recomiendo mucho, por cierto).
«Imagínate un plato de huevos con beicon. La gallina está implicada. El cerdo está comprometido.»
La gallina ha dado uno o varios huevos, el cerdo se ha dejado la piel.
Un ejemplo muy claro, ¿verdad?
Esa es la pregunta para ti a partir de ahora.
En el proyecto que tienes en mente, en tu negocio, en lo que sea, ¿te dejas la piel?
¿Te dices: esto lo voy a conseguir sí o sí?
¿Te levantas si te caes y siempre te levantas una vez más?
Entonces estás comprometida.
Sin embargo, si solo le das a tu proyecto parte de tu atención, recursos y esfuerzo, estás implicada, estás implicado, pero no comprometido.
Y la diferencia es abismal. Los resultados son muy distintos.
Cuando de verdad quieres lo que quieres, no te para nada, no necesitas motivación.
(Por cierto, aquí tienes un artículo por si te estás preguntando cómo saber si seguir comprometida e insistiendo o si es hora de abandonar).
Tienes tantas ganas, tantas razones, que te entregas a ello, te comprometes, lo das todo y eres consciente de que puede haber momentos duros y de que estás preparada para afrontarlos.
Como decía el mismo Mario Alonso Puig:
«Si a ti te gusta mucho el chocolate, ¿verdad que no necesitas motivación para comer chocolate?«
Pues eso ; )
Espero que te ayude mucho esta reflexión sobre implicación, compromiso, complicado, duro y motivación.
Son conceptos muy importantes y pueden marcar una gran diferencia en tu vida.
Y si necesitas profundizar más y conocerte mejor, mi programa «Qué Hacer Cuando No Sabes Qué Hacer» te ayudará mucho.
Buen artículo, como siempre.
Pero yo ahora estoy necesitando mucho más. Varias cosas que has escrito las he dicho yo también en las clases presentación cuando inicia un nuevo ciclo lectivo a mis alumnos.
El asunto, en mi caso, es que sorprendentemente tengo clarísimo lo que quiero, y cada día más, ya sea confirmando afirmaciones o afinando el objetivo final. Pero al mismo tiempo, parece que no sé lo que quiero. Es paradójico, porque en realidad, sé adónde ir pero no sé cómo llegar. Y eso es lo que me paraliza y me deprime. Ver que todo aquí, en este país, es tan pero tan complicado, que hasta hacen complicado lo sencillo, y lo único que recibes son golpes y frustración. Año tras año, década tras década. Y ya no se te ocurre más nada qué hacer, ya intentaste de todo (seguramente haya más cosas que probar, sólo que no se te ocurre o temes volver a fallar, y volver a caer anímicamente).
Yo siempre lo menciono porque creo que puedo, de alguna manera, ayudar a otras personas con mi relato. Yo os juro a todos los que me leen, que intenté de todo durante años, dejándome la piel, y voy a seguir intentando salir adelante como sea, porque de esto depende mi vida. No me es difícil cada tanto tener pensamientos suicidas por no poder lograr al menos UNA cosa que me propongo.
Esta semana empezamos con las clases virtuales de Lic. en Turismo en la Universidad. Y eso por un lado da un subidón de energía, y por otro lado te sientes un poco caótico, sobre todo, por el tema de lo tecnológico, que a mí me cuesta, que puede resultarme duro el aprendizaje. Pero yo vivo para salir adelante, para evitar suicidarme, porque lo que realmente no tolero un segundo más es mi trabajo como profesor. De hecho, tuve que sacar licencia psiquiátrica para quedarme en casa por un tiempo.
Probablemente el Coronavirus haga reflexionar a muchas personas sobre cómo viven individual y colectivamente sus vidas. Pero yo creo que cuando pase el confinamiento y la expansión del virus, será ínfimo lo que pueda cambiar en la sociedad. Yo necesito un cambio tan pero tan radical de mi vida, que soy capaz de entregar mi propia vida en pos de lograr mi propósito de vida. Es algo extraño de entender, y por eso sólo lo hablo profundamente con mi psiquiatra y mi psicóloga. Pero si no consigo algo que me de orgullo mientras estoy con vida, al menos lo conseguiré con mi muerte (que se trata de donar todos mis órganos para tener un impacto real en la gente y generar concientización al respecto).
Es un nivel de hartazgo tan grande que no puedo ni siquiera escuchar o leer la palabra Escuela o Colegio.
Mientras tanto, voy a seguir intentando, porque creo que todavía hay alguna posibilidad para mí en este mundo. Pero cansa, cansa mucho no poder lograr lo que te propones cuando pones todo de tu parte.
Gracias por publicarme y leerme. Saludos.
Hola Martìn. Si yo quisiera ser bailarina, pongamos, y lo hubiera intentado todo y hubiera dado clases y practicado y me hubiera presentado a pruebas y hablado con expertos y lo hubiera dado todo y no fuera posible, ¿qué haría?
¿Rendirme, abandonar, pensar que soy inútil, buscar alternativas?
A veces hay que abandonar pero no porque te rindas sino porque lo has dado todo y no ha funcionado y es hora de pasar página y buscar un nuevo camino. Y entonces averiguaría qué es lo que me gustaba de ser bailarina, qué es imprescindible de eso para mí, ¿moverme, la música, tener público? Lo que fuera. Y vería si lo puedo aplicar de otra manera en otra parte y si puedo mantener el baile de otra forma, quizá como afición y no como profesión.
Qué hay de común entre la ciencia y un negocio de coaching? Aparentemente nada. Para mí: aprender continuamente, desafíos, ayudar a personas y nada de rutina. Y eso es lo que yo necesito para sentirme realizada profesionalmente.
Espero que etso te ayude 🙂
Sí, me ha ayudado lo que escribiste.
Me va a hacer reflexionar por un tiempo.
Pero yo pregunto, ¿cómo te das cuenta cuál es la última oportunidad? Yo sé que a la docencia no le voy a dar más chances, lo sé hace muchos años, y la oportunidad final finalísima fue en la segunda mitad del año pasado.
Pero con respecto a la alternativa laboral, que en mi caso sería Geografía/Turismo/Ambiente/Clima, por un lado, y también la música, pero en segundo plano claramente, ¿cuándo es la última vez que lo intento? Porque intenté muchísimas veces y nunca se me dio algo profesional. Y como rechazo la docencia de manera visceral, de algo tengo que vivir…. o dejar de vivir.
Voy a tener en cuenta muchísimo tu punto de vista. Al final, me estás ayudando más que la psicóloga a la que voy.
Muchas gracias!
Me alegro de ayudarte : ) Cuanta mas experiencia tengo y más leo, crezco y aprendo más claro que tengo que la respuesta la tenemos siempre nosotros, que si nos escuchamos y somos honestos con nosotros mismos ya sabemos lo que queremos y no queremos. Pero a veces nos da miedo o no estamos acostumbrados a escucharnos y nos dejamos arrastrar por información y opiniones y nos agobiamos, pero si paramos y nos escuchamos lo sabemos. Te recomiendo para eso el libro: You can have what you want, de Michael Neill (pero solo si realmente haces los ejercicios).Cuídate!
Hola,
Me gustaría orientar mi coaching al área de la nutrición, me parece muy interesante. Sin embargo, no tengo esa formación y por el contrario soy de formación comercial. Mis dudas es si lo ideal es primero formarse como coach y después ya decir a que especialización se enfocará. Segundo, si sabes que para formarse en coach nutricional es imperativo ser profesional en la salud. Gracias,
Hola Marcela, depende de ti. Si estás segura de que solo te gusta el coaching nutricional puedes buscar una formación específica. De otra forma haces la de coaching y luego te especializas y así puedes ejercer en distintos temas. No sé si tienes que ser profesional en la salud, diría que no, mejor infórmate en la escuela que estés considerando.