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¿Te has parado a pensar alguna vez en qué es lo que quieres de verdad en la vida? ¿En cuál es tu objetivo real?

Por mi experiencia con lectores y clientes, muchas, muchas personas no tienen realmente claro lo que quieren. Cuál es su objetivo real.

Y es muy importante, porque si no tienes claro lo que quieres de verdad, o si crees que quieres algo y no es así en realidad, puedes llevarte disgustos, acabar estancada e insatisfecha o «perdiendo el tiempo» como muchas personas me dicen.

Y es que hablamos de dos cosas distintas.

Por un lado, saber lo que quieres y por otro estar segura de que lo que quieres es lo que quieres de verdad.

Y hoy voy a hablar de este último punto.

 

Escucha este artículo aquí –> ¿Cuál es tu objetivo real?

 

Porque muchas veces crees que sabes lo que quieres y entonces…

Hablas conmigo y te pregunto y profundizo y te das cuenta de que no, no sabes lo que quieres, no lo tienes tan claro.

O te ayudo a ver la repercusión práctica y real de lo que quieres y te das cuenta de que no, no es lo que quieres de verdad.

Por ejemplo (y creo que lo he contado ya alguna vez…)

Hace tiempo, años ya, no sé donde leí de una familia o una pareja o una persona que se pasó un año en un velero (y aquí sustituye «velero» por Bali o viajar por el mundo o ir de mochilero o lo que sea que te llame la atención a ti...) y al principio me dije: «¡estaría genial hacer eso!»

Y podría entonces haber pensado que eso es lo que yo quería y contratar a esa persona como mentora para que me enseñara a tener eso, a conseguir eso que ella tenía.

Hasta que lo pensé detenidamente…

Y me di cuenta de que en realidad no me apetecería nada pasarme tanto tiempo en un barco y tener que ir a lavandería a lavar la ropa o no sé dónde, y no volver a mi casa en mucho tiempo.

Además de muchas otras cosas que no me parecían muy atractivas…

Ahí me di cuenta que para mi (y tú puedes ser muy diferente) eso de pasarme tanto tiempo fuera de casa no me llamaba nada.

Yo prefiero viajar varias veces menos tiempo que desaparecer mucho tiempo. Me agobia solo pensarlo.

Y no me habría dado cuenta si no me hubiera parado a pensar en las repercusiones reales de eso que, en un principio, me resultó tan interesante.

Eso es lo que te planteo hoy que hagas.

Piensa en un objetivo que tengas claro o más o menos claro. O algo que envidies de alguien, que te llame la atención, que creas que te encantaría para ti.

Quizá estés pensando en lanzar tu propio negocio online y te llame la atención algun anuncio de un mentor o mentora que te enseña su vida siempre viajando o rodeada de lujo.

Quizá estés buscando ponerte en forma y te llama la atención el canal de alguien joven, delgada y super en forma…

Quizá… (Pon aquí lo que has visto y te ha llamado la atención).

Y ahora piensa detenidamente.

 

¿De verdad quieres tú eso? ¿Con todo lo que conlleva? ¿De verdad?

(Y esto no lo digo para quitarte la idea de la cabeza, a mí me parece perfecto lo que quieras y, de todas formas, da igual lo que me parezca, es tu vida).

 

La cuestión es que pienses: ¿quiero yo pasarme medio año viajando de país a país? ¿O a lo mejor prefiero quedarme aquí y viajar más veces más cerca?

O tener tiempo libre para ir a por mis hijos al cole, apuntarme a clases de baile y quedar con mis amigas…

Quizá lo que quieres es ponerte en forma con alguien que tenga rutinas para mujeres embarazadas o para personas muy ocupadas y con poco tiempo, o rutinas para gente que trabaje sentada gran parte del día o que tenga alguna lesión.

Hay vidas que son deslumbrantes y quedan bien en una portada y si la quieres a por ella.

Pero, ¿seguro que la quieres?

No te dejes llevar por el caparazón por muy bonito que sea.

Piensa qué vida quieres para ti. De verdad.

Cómo sería un día ideal para ti. Una semana ideal. Un año ideal. Pon tú los límites tan altos o tan bajos como quieras.

Por ejemplo, yo tengo clarísimo que quiero tiempo libre para poder irme a desayunar toda la mañana con una amiga si quiero. Para ir a buscar o a llevar mis hijos al cole o a sus actividades, para poder trabajar en otra cosa o apuntarme a clases de algo…

Quiero tener ingresos de sobra para viajar cuando me apetezca y donde me apetezca, ya sea aquí al lado o a la otra parte del mundo. Y no, no quiero estar viajando de un sitio a otro todo el año. Yo necesito volver a mi casa entre medias.

Cuando tienes esto claro en todos los ámbitos de tu vida: amistades, amor, familia, entorno, profesión, etc, te resulta más fácil tomar decisiones como:

¿A quién contrato para ayudarme? ¿A quién elijo como coach o mentora? ¿Qué libro, programa, curso, modelo quiero emular? ¿Qué oportunidades me convienen? Etc, etc.

Ya no te fijas en la portada sino en el contenido.

Quiero esto, ¿puedo tenerlo con ese trabajo, esa persona, esa relación…? Si es que sí, a por todas.

Y si es que no, a otra cosa mariposa.

No te imaginas la cantidad de tiempo y energía que ahorras cuando tienes claro lo que de verdad quieres y no te dejas distraer por portadas, brillos u otros destinos que en realidad no quieres.

Por eso es siempre la primera clase en mis programas, tanto en el de profesionales estancados como el de emprendedoras (porque saber cómo quieres que sea exactamente tu negocio o tu profesión y cómo encaja en tu vida es PRIMODIAL).

Así que si solo haces una cosa esta semana, ¡que sea esto! Ten claro cuál es tu objetivo real.

Cuéntame, ¿hay algo que te haya llamado la atención y al final hayas visto que en realidad no lo querías? Me encantará saberlo.

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Y TU, ¿QUE OPINAS? - 4 COMENTARIOS

Comentarios

  1. Nieves dice

    Gracias Aida. Siempre clarificado y honesta.
    Yo pensaba q una empresa pequeña con algunas compañeras d ayuda a domicilio sería bueno para mi y para todas. Erro!!!. Sin tiempo libre, asumiendo problemas todo el día, y l final distanciando e de ellas también en lo personal. Nunca mas

  2. Martín De Argentina dice

    Me has puesto a pensar con tu artículo. Mientras leía, pensaba que puede ser que muchas cosas no tenga claras, y después de leerlo todo, me di cuenta que tengo demasiado claro lo que quiero. Mi gran problema es que no sé llegar hasta ahí, y eso me genera muchísima frustración. Porque por más que diga lo que diga, yo nunca me voy a resignar. Sí, claro que he tenido ganas de hacer locuras, sólo en el pensamiento, pero la verdad es que jamás lo haría. Porque no está en mi esencia.

    Pero cuando me doy cuenta de que todo lo que visualizo es tan irreal, tan de ensueño, y ver que no he avanzado ni un milímetro en tantos años..

    Recién he puesto como estado de WhatsApp «que alguien me explique de qué me sirvió..» Probablemente, estos 10 años (ahora sí, enteros) en la docencia, me hayan permitido ver cómo quiero que sea cada uno de los mismísimos aspectos de mi vida. Pero creo que lo tuve definido desde pequeño.

    Tengo todo tan claro, y por qué lo quiero, que me genera mucha tristeza, ansiedad y frustración. Porque, básicamente, era mucho más feliz cuando iba a la escuela. Pero eso terminó hace 15 años. Y sólo en una ocasión he vuelto a ser feliz desde entonces (hace 12).

    Yo, en líneas generales, no soy feliz desde hace 15 años. Porque no supe cómo construir el camino que me llevaba hasta esa «vida ideal». Es cierto que cada decisión que tomé fue fundamentada y tratando de basarme siempre en mis valores. Lo intenté todo, todo. Y comparado con otras personas de mi círculo, creo que estoy mucho mejor, porque nunca me dejé llevar; me fui cuando me tenía que ir (a pesar del largo sufrimiento), y si lo volví a intentar fue porque soy así, terco, pero nunca me traicioné, siempre tuve un atisbo de esperanza u orgullo (si no, no tendría sentido).

    Pero a pesar de los posibles futuros éxitos, me va a costar mucho sacarme la enorme mochila que tengo encima. No dudo de que podré disfrutar de ellos, pero voy a necesitar ayuda para sacarme la mochila de encima. Voy a ver si este verano (Enero 2020) encuentro profesionales adecuados para mi situación, y que ahora de verdad funcionen.

    Saludos.

    • Aida dice

      Hola Martín, después de hacer todo el trabajo de descubrir lo que quieres de verdad y como lo que te cuesta ahora es hacer los cambios debido a esa mochila que cargas, entonces un psicólogo sería lo más adecuado, en mi humilde opinión : )

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